La Amortización: la Gran Olvidada

La Amortización


La Amortización: la Gran Olvidada

La Amortización es la gran olvidada, ya que son muchos los gestores de negocios que apenas le dan importancia.

Simplemente, consideran que es un simple cálculo que hay que hacer a efectos fiscales para determinar el resultado a declarar, sin pararse a pensar que refleja el desgaste sistemático e irreversible que están sufriendo los Activos de larga duración.

DESGASTE QUE HAY QUE RECUPERAR, COBRÁNDOSELO AL CLIENTE.

La Amortización responde a decisiones estratégicas

En muchas ocasiones, las inversiones en Activos de larga duración tienen un carácter estratégico, en el sentido de que deben ser planificadas en el tiempo para proceder a su renovación.

Para un autónomo, adquirir una furgoneta es una decisión estratégica:

Si adquiere una furgoneta, cuya vida útil estima que va a ser de cinco años, los ingresos que el negocio genere en los próximos cinco años han de permitir cubrir el coste de la furgoneta.

La parte de los ingresos destinados a cubrir la furgoneta (amortización) se debe ir acumulando (amortización acumulada).

Si lo acumulado tiene forma de dinero, permitirá la renovación de la furgoneta y si no tiene forma de dinero, porque esté materializado en otros activos, habrá que acudir al endeudamiento.

El problema vendrá si no tiene ni forma de dinero, ni está invertido en otros activos…, querrá decir que o bien no se ha cobrado a los clientes el desgaste de la furgoneta o bien que el dinero que se ha cobrado a los clientes para reponer la furgoneta, ha salido del negocio

Qué pasa con los bienes amortizados que siguen siendo usados

También sucede, en muchas ocasiones, que una vez finalizada la vida útil estimada al momento de adquirir el Activo, éste sigue usándose en el negocio. Esto se produce por ese motivo, porque la vida útil es una estimación.

Esto se corrige aumentando las Reservas.

Recordemos que las Reservas se generan gracias a la acumulación de Resultados Positivos no repartidos vía dividendo. (ver post “Aplicación del Resultado del negocio: ¿Qué se hace con él”).

Siguiendo con el ejemplo de la furgoneta, si al finalizar los cinco años resulta que la furgoneta sigue funcionando, significa que durante esos cinco años hemos estado restando a los ingresos, en concepto de amortización de la furgoneta, más de lo debido.

Luego, los resultados obtenidos en esos cinco años habrían sido mejores, ya que realmente las amortizaciones eran menores y, por lo tanto, la Reserva hubiese sido mayor.

¡Vaya olvido!

En nuestra trayectoria como profesionales de la consultoría, con mucha frecuencia, nos hemos encontrado con empresas que no disponían de recursos suficientes para acometer la renovación de las inversiones, y muchas de los activos, que contablemente estaban totalmente amortizados, seguían siendo usados.

¡Se habían olvidado del destino de las amortizaciones!

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