Endeudamiento Responsable

endeudamiento responsable


¿Es bueno o es malo endeudarse?

Endeudamiento responsable: ¿Es bueno o es malo endeudarse? Uno de los grandes dilemas a los que nos enfrentamos los emprendedores es responder a esta pregunta.

La respuesta es: depende de por qué nos endeudamos.

¿Por qué hay que endeudarse?

Está claro que las deudas se generan porque hoy necesitamos disponer de algo, normalmente dinero, pero no lo tenemos.

Así que solicitamos que alguien nos anticipe ese algo o ese dinero, y más adelante, lo reembolsaremos, lo devolveremos, con dinero y, en muchas ocasiones, además, junto con intereses.

Así es cómo se genera una deuda.

Hacer esto, es decir, generar una deuda ¿es aconsejable o no es aconsejable? La respuesta es: que depende.

Si a fecha de hoy nos endeudamos solicitando una cantidad de dinero porque la necesitamos, pero no la tenemos, y nos comprometemos a devolver dicha cantidad de dinero junto con sus intereses dentro de tres meses:

Si a los tres meses disponemos del dinero para hacer frente al compromiso y cancelamos la deuda, la decisión de endeudarse, en principio, no ha supuesto ningún problema. Ha sido un Endeudamiento Responsable.

Pero, si a los tres meses no disponemos del dinero, entonces tenemos un problema.

Las 4 claves o parámetros a tener en cuenta para incurrir en un Endeudamiento Responsable, son las siguientes:

  • el origen de la deuda, es decir, qué es ese algo o a qué se ha destinado ese dinero recibido;
  • el momento en el que se genera la deuda;
  • la cantidad en la que nos endeudamos y
  • el tiempo que tenemos para cancelar la deuda.

El Origen de la deuda

Si la deuda se genera para poder disponer de algo que va a permitir generar dinero en el futuro, entonces, estamos hablando de que la deuda ha permitido acometer una Inversión Productiva.

Es una Inversión, ya que la recuperación del dinero se producirá en el futuro y es Productiva porque permite producir, generar, dinero.

Este sería el caso de las deudas generadas con los Proveedores de género. Género que permitirá generar dinero a medida que sea vendido.

O de las deudas generadas con una Entidad Financiera al solicitar un préstamo o un leasing para adquirir bienes de larga duración que intervienen directamente en la generación de ingresos.

Como sería el caso de una excavadora, si mi negocio se dedica al alquiler de maquinaria pesada, ya que va a permitir generar ingresos de dinero cada vez que alquile la excavadora.

Ahora, imaginemos que la deuda generada es consecuencia de la adquisición de mobiliario para la oficina del negocio.

En este caso, se trata de una Inversión, ya que la recuperación del dinero gastado en el mobiliario se recuperará en el futuro a medida que el negocio vaya generando ingresos, pero el mobiliario en sí, no permite producir, generar, dinero. En este caso, hablamos de Inversiones No Productivas.

Pero las deudas también se pueden generar para hacer frente al pago de gastos. Por ejemplo, para pagar al personal.

O para cubrir Pérdidas, por ejemplo, porque un cliente que nos debe dinero no nos paga declarándose insolvente.

Por último, también se pueden generar deudas por desajustes temporales de tesorería, consecuencia, por ejemplo, de que el cobro a los clientes se retrase, en los meses de pago de impuestos, por la existencia de estacionalidad, etcétera.

En definitiva, el origen de la deuda puede ser consecuencia de la necesidad de tener que:

  • acometer una Inversión Productiva
  • acometer una Inversión No Productiva
  • tener que hacer frente a una serie de Gastos
  • tener que cubrir Pérdidas
  • hacer frente a desajustes de tesorería

Siendo únicamente las Inversiones Productivas las que generan dinero permitiendo su propia recuperación.

El momento de generación de la deuda

No es lo mismo endeudarse en el momento de inicio, de arranque, del negocio, que endeudarse cuando el negocio ya lleva funcionando un tiempo o ha alcanzado su madurez.

¿Por qué?

Por la incertidumbre o falta de certeza.

Cuando el negocio se inicia no sabemos cómo van a ir las cosas, desconocemos la capacidad de generar dinero del negocio. Luego, el nivel de incertidumbre es alto.

Si el negocio ya lleva un tiempo funcionando, la incertidumbre disminuye, ya que disponemos de información histórica de lo que da de sí el negocio.

Cuánto más tiempo lleve funcionado el negocio, menor será la incertidumbre.

La cantidad en la que nos endeudamos

Para incurrir en un Endeudamiento Responsable hay que tener en cuenta que existe un límite de endeudamiento que no es aconsejable exceder y que, además, imposibilitaría acudir a los bancos a obtener financiación.

Este límite determina la Capacidad de Endeudamiento del negocio que se fija en el 40% del sobrante que se genera una vez que los Ingresos han cubierto:

  • los Gastos Operativos,
  • el pago de Inversiones y
  • el pago de la deuda generada por Otros Endeudamientos.

El tiempo para cancelar la deuda

Está muy relacionado con el Origen de la Deuda.

Empecemos por las deudas en Inversiones Productivas:

Si se trata de género suministrado por el Proveedor, la cantidad máxima a endeudarse va a depender del tiempo que tardemos en vender y cobrar el género.

Si se trata de Inversiones en bienes de larga duración, hay que tener en cuenta dos aspectos fundamentales:

  • la vida útil del bien, es decir, el tiempo que el bien va a ser usado y, por lo tanto, va a permitir generar Ingresos y
  • el plazo para devolver (amortizar) la deuda.

En el caso de Inversiones No Productivas:

En estos casos, si se toma la decisión de endeudarse no hay que fijarse en la capacidad del bien para generar dinero, sino en la capacidad de generar dinero del negocio, que es quién va hacer frente al endeudamiento.

En el caso de cubrir gastos:

No deben cubrirse gastos operativos asumiendo deudas, los Gastos Operativos deben cubrirse con los Ingresos que genera el negocio.

En el caso de hacer frente a Pérdidas:

Siguiendo el razonamiento anterior, las Pérdidas no deben cubrirse con endeudamiento.

Si el negocio genera Pérdidas es porque los Ingresos están siendo insuficientes para cubrir los Gastos Operativos.

Otra cuestión es que se genere una Pérdida puntual, de tal cuantía, que pueda poner en riesgo la viabilidad del negocio, como sería el caso del impago de un Cliente.

En estos casos, es conveniente solicitar un préstamo que permita restituir la situación.

En definitiva…

A la hora de endeudarse hay que tener en cuenta todo lo que hemos visto.

En momentos de alta incertidumbre, como es el caso del inicio o arranque del negocio, no es responsable endeudarse, ya que se desconoce la capacidad de generar dinero que tiene el negocio, por lo que no debe asumir compromisos de pago para atender deudas.

A medida que transcurre el tiempo, el negocio puede empezar a endeudarse poco a poco con los Proveedores, pero siendo responsable a la hora de hacerlo.

Sobre-endeudamientos con Proveedores de género pueden provocar el bloqueo del negocio, pues pueden dejar de suministrar género, que es la “sabia” que permite que el negocio funcione.

Una vez el negocio supera la fase de inicio, que suele durar como mínimo dos años, ya podemos plantear la posibilidad de acudir al endeudamiento para acometer Inversiones Productivas, buscando el equilibrio entre la vida útil del bien financiado y el plazo de amortización del producto financiero contratado.

Hay que evitar endeudarse en Inversiones No Productivas y ¡nunca! para cubrir Gastos Operativos.

Los desajustes de tesorería se pueden corregir asumiendo deudas limitadas al desajuste y, tan solo en aquellas pérdidas puntuales que pueden poner en riesgo la viabilidad del negocio, endeudarse para restituir la situación.

Si a la hora de endeudarse se tiene en cuenta y se aplica lo que hemos visto, se está incurriendo en un endeudamiento responsable.

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