La Línea de Crédito: ¿Para qué sirve?

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La Línea de Crédito: ¿Para qué sirve?

La Línea de Crédito sirve para cubrir necesidades puntuales de dinero. ¡Para nada más!

La Línea de Crédito es un producto financiero que nos permite disponer de dinero, hasta un límite, durante el tiempo por el cual ha sido contratada.

Lo normal es que se contrate para un año, si bien va a depender de cuál es el motivo por el cual surge la necesidad de dinero.

Una vez desaparece la necesidad, se debe reponer en la Línea de Crédito, el dinero empleado.

¿Qué se entiende por necesidades puntuales de dinero?

Aquellas situaciones en las que hay que atender un pago y, coyunturalmente (en ese momento), no se dispone de dinero.

Situaciones que se pueden dar cuando un cliente se retrasa en el pago; en los meses que hay que pagar los impuestos, las pagas extras del personal,… El motivo es conocido y puntual.

Un caso especial, son los llamados Créditos de Campaña, que son líneas de crédito que permiten disponer de dinero para acometer una campaña, al final de la cual se procede a la reposición del dinero empleado.

Una situación, en la que hay que evitar emplear la Línea de Crédito, es cuando las necesidades de dinero surgen porque los plazos de pago a proveedores no están bien “acompasados” con los plazos de cobro a los clientes.

En estos casos, las necesidades de dinero no son coyunturales, sino permanentes. En todos los meses, hay unos días en el que el negocio carece de dinero.

En estos casos, es mejor acudir a las Líneas de Descuento u otras alternativas para anticipar el cobro de las facturas emitidas a los clientes.

O bien, tratar de aplazar el pago a los proveedores, bien porque se re-negocian los plazos con ellos, bien porque se instrumenta un Confirming.

La Línea de Crédito: ¿Para qué no sirve?

La Línea de Crédito no se debe emplear para cubrir necesidades de dinero que no son puntuales, ni para financiar adquisiciones de bienes de larga duración (inmovilizado).

Por ejemplo, un cliente que impaga una factura por un importe significativo que hace que el negocio tenga problemas serios de liquidez. En estos casos, es mejor instrumentar un Préstamo de Circulante.

La financiación de bienes de larga duración se debe instrumentar con productos financieros a largo plazo, como los Préstamos para Inversión y los Leasings.

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