Cómo financiar un negocio en sus inicios.
[incluye vídeo]



Cómo financiar un negocio

Las Fuentes Financieras de un negocio son las Fuentes que le nutren de dinero

Saber cómo financiar un negocio cuando se inicia, es fundamental para garantizar su viabilidad. Para ello, hay que conocer cuáles son las Fuentes Financieras y cómo afectan en el desenvolvimiento del negocio.

Las Fuentes Financieras de un negocio son las que le nutren de dinero, pero que la imagen del post no nos lleve a error.

Ni el tamaño de las gotas son iguales, ni la empresa se debe inundar de dinero, ni siempre están todos los caños abiertos a la vez. Aunque sí que refleja el orden en el que intervienen de izquierda a derecha, cuando se inicia un negocio.

Aquí dispones de un vídeo que nos introduce en el concepto de Fuente Financiera.

Reflexiones sobre la financiación de un negocio en sus inicios

El negocio es un engranaje que necesita dinero

El negocio es un engranaje que funciona gracias al dinero que se inyecta. Con el tiempo el propio engranaje generará dinero a través de las ventas y/o prestación de servicios.

Dinero que no se queda parado en la cuenta corriente, sino que se destina a sufragar gastos y adquirir bienes. Algunos de estos bienes se destinarán a la venta para generar dinero y otros se destinarán a ser usados para que los primeros generen dinero.

El dinero se diluye en el negocio y éste tarda tiempo en generarlo

Por lo tanto, parte del dinero desaparece al ser gastado, otra parte se convierte en género y otra parte se convierte en bienes duraderos para poder generar más dinero.

La generación de este dinero, por parte del negocio, requiere tiempo y, además, desconocemos en qué cantidad lo va a generar, tan sólo disponemos de estimaciones.

La primera inyección de dinero la debe hacer el emprendedor sin adquirir compromisos

Teniendo en cuenta esta incertidumbre al desconocer cuándo y cuánto dinero va a generar el negocio, es aconsejable que el primer dinero que reciba el negocio para iniciar su actividad, lo inyecte el emprendedor o emprendedores.

Además, el dinero que inyecte el emprendedor no le debe hacer falta ni a corto, ni a medio plazo, ya que no lo podrá detraer del negocio, pues se habrá diluido en el engranaje.

Si el emprendedor obtiene el dinero endeudándose y para poder atender los compromisos asumidos detrae dinero del negocio antes de tiempo, el engranaje de la actividad se frenará.

Lo que obligará al emprendedor a reponer el dinero detraído para que el negocio pueda seguir funcionando. Si no tiene dinero tendrá que endeudarse otra vez.

Si en sus inicios el negocio se endeuda, está adquiriendo compromisos en fecha y cuantía para reembolsar (devolver) el dinero y, sin embargo, desconoce en fecha y cuantía el dinero que va a generar. Existe un riesgo cierto de bloqueo del engranaje.

De lo expuesto, se deduce que es fundamental conocer cuánto dinero necesita el negocio para iniciar su actividad, tema que tratamos en el post anterior (Click)

Si la cantidad de dinero que se debe aportar al negocio es elevada para el emprendedor, debe buscar con quién asociarse para el emprendimiento o buscar fórmulas de Crowdfunding.

Según el tipo de actividad y cumpliendo determinados requisitos, pueden existir líneas oficiales de financiación a fondo perdido o con condiciones de reembolso que son asimilables.

La primera inyección de dinero NO la debe hacer una entidad financiera

En relación con lo anterior, no es aconsejable acudir a las entidades financieras para financiar el inicio de un negocio ¡No caigamos en la “trampa”!

Las entidades financieras no van a financiar el negocio sin tener suficientes garantías PERSONALES, dada la poca garantía que le puede ofrecer un negocio que se está iniciando.

Por eso, en muchas ocasiones, cuando el emprendedor acude a una entidad financiera para que le financie su proyecto, debe avalarle toda la familia, incluido el perro.

Hay que inyectar el dinero necesario. Ni más, ni menos

Si se aporta más dinero de lo necesario, lo que exceda a lo necesario se quedará “parado” en la cuenta corriente. Lo cual no tiene mucho sentido, salvo que nuestra actividad se englobe en el sector financiero, en cuyo caso el dinero pasa a tener la consideración de género.

Además, tener “dinero ocioso” – que no interviene en el engranaje – puede llevar a tomar decisiones financieras inapropiadas. Comprar más género del necesario, invertir en software más caro de lo que realmente necesito, no acordar plazos de pago correctos, no estar pendiente de cobrar a los clientes en los plazos pactados y un largo etcétera.

Por su parte, si se aporta menos dinero de lo necesario, el engranaje de la actividad se frenará, lo que puede provocar nefastas consecuencias al negocio (quejas de los proveedores y del personal al no respetar los plazos de pago, de los clientes al no servir en plazo,…,). Por lo que nos veremos obligados a inyectar más dinero, el necesario para que el engranaje pueda seguir funcionando.

Lo apropiado es inyectar el dinero necesario para que el negocio alcance su autonomía financiera y pueda seguir funcionando, cobrando y pagando en los plazos pactados, reservando una pequeña cantidad de dinero para imprevistos.

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