La Estrategia a seguir
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la Estrategia a seguir

La Estrategia a seguir

La Estrategia a seguir viene condicionada por el Diagnóstico Estratégico que determina el Perfil Estratégico del negocio.

El Diagnóstico Estratégico

El Diagnóstico Estratégico permite identificar los puntos fuertes y débiles del negocio, es decir, conocer su Perfil Estratégico y conocer la forma y condiciones en que opera y puede competir.

Para competir y obtener Ventaja Competitiva el negocio debe desempeñar las actividades estratégicas mejor que nuestros competidores, reconfigurando el Campo de Acción, es decir, competiendo en el contexto en el que el negocio es más fuerte, concentrándose en los factores clave y buscando iniciativas agresivas que le hagan ser superior a sus rivales.

Niveles Estratégicos

Lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de definir una estrategia, es que existen dos niveles: un nivel general, en el que se define la Estrategia General, que define el rumbo que va a seguir el negocio contemplado como un todo, y un nivel más específico, que define la Estrategia Competitiva y que hace que la Estrategia General se lleve a cabo.

La Estrategia General a seguir

La Estrategia General a seguir va a depender del estadio en el que se encuentre el negocio: al inicio, en crecimiento o en su madurez y en el estadio en el que se encuentre el mercado en el que se va a competir: creciendo, maduro o en declive.

Tipos de Estrategias Generales

Pudiendo distinguir 6 tipos de Estrategias Generales:

  • Estrategia de Penetración,
  • Estrategia de Expansión,
  • Estrategia de Mantenimiento,
  • Estrategia de Diversificación,
  • Estrategia de Saneamiento, y
  • Estrategia de Liquidación.

Se emprende una Estrategia de Penetración cuando el negocio pretende conseguir cuota de mercado.

Se emprende una Estrategia de Expansión cuando el negocio buscar aumentar su cuota de mercado.

Se emprende una Estrategia de Mantenimiento cuando el negocio busca mantener la cuota de mercado conseguida hasta ese momento.

Se emprende una Estrategia de Diversificación cuando el negocio pretende penetrar y expansionar su cuota en otros mercados.

Se emprende una Estrategia de Saneamiento cuando el mercado deja de crecer y el negocio se orienta a frenar la cuota de mercado.

Se emprende una Estrategia de Liquidación cuando el mercado está en declive y el negocio se oriente a liquidar reduciendo su cuota de mercado.

La Estrategia Competitiva a seguir

Por su parte, la Estrategia Competitiva se concentra en la construcción y sostenimiento de una Ventaja Competitiva puntual.

Pudiendo distinguir 3 tipos de Estrategias Competitivas:

  • Estrategia de Liderazgo en Costes, en la que se pretende fijar precios por debajo de la competencia;
  • Estrategia de Diferenciación, en la que se pretende que el negocio sea percibido como único en el mercado; y
  • Estrategia de Alta Segmentación, en la que el negocio se concentra en una porción particular del mercado.

Estas tres estrategias son compatibles, pudiendo ser combinadas entre ellas.

Lo importante de la Estrategia a seguir

Lo de menos es cómo se denominen las distintas estrategias, lo importante es conocer lo que el negocio tiene y lo que no tiene, y que es lo que ofrece el entorno, es decir, disponer de un Diagnóstico Estratégico del negocio, así como decidir qué estrategia competitiva va a seguir para poder obtener Ventaja Competitiva y reconfigurar el Campo de Acción.

Si vamos a iniciar un negocio, está claro que la Estrategia General es de Penetración, ya que lo que se pretende es conseguir cuota de mercado.

La cuestión es cómo:

¿Vamos a atacar a la competencia siendo agresivos en precios?

¿Vamos a hacerlo ofreciendo un servicio de forma diferente que nos distinga de la competencia?

¿Nos vamos a centrar en un segmento en particular?

O ¿vamos a hacer una combinación de las tres alternativas? prestando un servicio de forma diferente a un segmento específico del mercado ofreciendo precios competitivos.

Lo importante es que nuestra Propuesta de Valor, es decir, lo que ofrecemos a los clientes a cambio de su dinero, sea atractiva, los atraiga hacia nuestro negocio.

La Estrategia que adoptemos se concreta en el planteamiento de los Objetivos Estratégicos.

Los Objetivos Estratégicos

Los Objetivos Estratégicos han de ser, ante todo, una traducción de la Estrategia General adoptada.

Un Objetivo Estratégico es una formulación de propósito que marca la posición en la que deseamos estar en el futuro. Es la apuesta por algo que consideramos decisivo para el negocio y que implica un riesgo y un resultado, ya que para su consecución se comprometerán recursos.

En definitiva, son, en su conjunto, las victorias que necesitamos conseguir para conquistar la posición deseada.

Los Objetivos Estratégicos constituyen los ejes de acción del negocio una vez delimitados.

A la hora de plantear los Objetivos Estratégicos es importante valorar la importancia de cada uno de ellos, así como entender la coherencia e integración entre ellos.

Para ello, es conveniente elaborar el Mapa Estratégico. Pero, esto lo veremos en el siguiente post.

Aquí tienes un vídeo explicativo de todo lo visto en el post

¡Que todo vaya bien!

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